domingo, 20 de marzo de 2022

DOS RECONOCIMIENTOS TRASCENDENTALES

 

El año 2011, cierra para la República Dominicana con dos logros trascendentales en el plano internacional.  Uno, la elección de la Magistrada Olga Herrera Carbuccia, como Juez de la Corte Penal Internacional; y el otro, el del Lic. Gregorio Montero, como Secretario General del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD).

 En ambos casos, se trata de dos dominicanos excepcionales, ejemplos de honradez, dedicación, sentido de responsabilidad, que sirven de inspiración para profundizar nuestra fé en el porvenir de la patria.  

La Magistrada Olga Herrera Carbuccia, es toda una personalidad en el sistema judicial dominicano. Aún en las condiciones más difíciles para el ejercicio de la función judicial, en la época en que nuestra justicia se calificaba como un mercado, supo, junto a  dignas mujeres, como Miriam Germán Brito, Vilma Goico, Gisela Cueto, ejercer con pulcritud y vocación de servicio su tarea, sirviendo de faro de luz de la esperanza de un mejor futuro para la justicia dominicana.  

Esos méritos de la Magistrada Herrera Carbuccia, fueron posteriormente objeto de reconocimiento, cuando a partir del año 1997, se inaugura una etapa de transformación sin precedentes en el Poder Judicial dominicano, bajo el liderazgo del Magistrado Presidente de la Suprema Corte de Justicia, el Dr. Jorge Subero Isa, en el que se le promovió, en sucesivas ocasiones, hasta alcanzar la Presidencia de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de la Provincia Santo Domingo,  puesto desde el que pasará a desempeñar, próximamente, la función universal de Juez de la Corte Penal Internacional. 

El otro gran logro de la República Dominicana en el año 2011, lo ha sido la escogencia del Lic. Gregorio Montero, como Secretario General del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), para el período 2012-2014, hecho que se produjo el 8 de noviembre, en Asunción, Paraguay.  

El CLAD, con sede en Caracas, Venezuela, es una institución creada en el año 1972, que cuenta con el reconocimiento de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y tiene por misión promover el análisis y el intercambio de experiencias y conocimientos en torno a la reforma del Estado y la modernización de la Administración Pública en Iberoamérica.  

Este organismo internacional, a partir del año 2003, ha emitido varias Cartas Iberoamericana sobre temas fundamentales, como función pública, buen gobierno, gobierno electrónico, calidad en la función pública y participación ciudadana en la función pública, que constituyen referentes obligados para la transformación de la Administración en el siglo XXI.                     

 El Lic. Gregorio Montero, es un brillante profesional del derecho, con excelentes credenciales éticas. Desde muy joven, de la mano y bajo la inspiración de un notable hombre publico dominicano, como lo es Don Raymundo Amaro Guzmán, se forjó en el compromiso de una Administración pública orientada hacia la profesionalización de los servidores públicos, a la promoción de la ética en el desempeño de la misma, y a su carácter de instrumento de realización de los derechos fundamentales de las personas.  

Paralelamente a su labor cotidiana en el ámbito de la Oficina Nacional de Administración y Personal, hoy Ministerio de la Administración Pública, el Lic. Montero tiene también la vocación de maestro, siendo profesor de Derecho Administrativo en varias universidades dominicanas.  Ha escrito varios ensayos sobre temas relacionados con la función pública, siendo su más reciente producción intelectual el libro “Régimen Jurídico y Profesionalización de los Funcionarios Públicos”, en el que analiza dicho tema a partir del ordenamiento constitucional proclamado el 26 de enero de 2010.  

Estos reconocimientos trascendentales para la Republica Dominicana en el año 2011, tienen sus protagonistas.  

El primero, sin lugar a dudas, el Presidente de la República, el Dr. Leonel Fernández, a quien al margen de las mezquindades propias de la vida política, hay que reconocerle su acertada visión de impulsar el papel de la República Dominicana en el escenario internacional.  

En lo que respecta a la elección de la Doctora Olga Herrera Carbuccia a la Corte Penal Internacional, aunque su candidatura es el producto de un esfuerzo colectivo originado en el seno de la Cámara de Diputados por el Grupo Parlamentario para la Acción Global, que contó con el apoyo de la Cancillería dominicana, la gran protagonista lo constituye la Diputada Minou Tavarez Mirabal, quien pese a las circunstancias adversas que se presentaron en el camino supo anteponer el interés nacional, haciendo gala de ese inmenso amor que tiene por el pueblo dominicano y su futuro, legado con el que hace honor al sacrificio de sus padres, que con su propia sangre abonaron esta hermosa tierra dominicana para que brille en ella la libertad, la democracia y la tarea aun pendiente de la justicia social.  

El entusiasmo de Minou, desde el primer día, fue tal, que en casi tres meses de esa candidatura, nunca albergo la más mínima duda de que con el compromiso del Canciller Morales Troncoso y del equipo estrella de diplomáticas dominicanas con sede la ciudad de New York que designó para impulsarla, sumado a las credenciales éticas, profesionales y académicas de la Magistrada Herrera Carbuccia, ésta sería escogida como Magistrada de la Corte Penal Internacional, como ocurrió en horas de la noche del pasado 15 de diciembre, en la sede principal de la Organización de las Naciones Unidas.  

Finalmente, la escogencia en el ámbito iberoamericano del Lic. Gregorio Montero, como Secretario General del CLAD, a parte de los méritos personales que le asisten, es el producto del apoyo de otro ser humano muy especial, el noble Ministro de Administración Pública, Ramón Ventura Camejo,  hombre inmaculado, discreto, ponderado, respetuoso, y a la vez firme y decidido en el cumplimiento de sus responsabilidades públicas, quien  ha dado muestras inequívocas de su compromiso con el avance institucional del país.  

Éxitos a esos dos grandes y valiosos dominicanos, Olga y Gregorio. De seguro que pondrán muy en alto el nombre de la República Dominicana.

 

 

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