jueves, 30 de julio de 2020

CON ESPAÑA SIEMPRE EN MI CORAZÓN

El 20 de septiembre de 2017, un chiste con el que siempre finalizaba la explicación del tema de la responsabilidad de los servidores públicos a mis alumnos universitarios, se hizo realidad. Ese día presenté credenciales a Su Majestad Felipe VI como embajador de la República Dominicana.

 

     Las coincidencias siempre son agradables. La decisión de designarme como embajador ante el Reino de España se produjo en Cartagena de Indias, donde el presidente dominicano Danilo Medina asistía a la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que por primera vez encabezaba el nuevo rey de España.  En ese momento me encontraba también en Colombia. Fui citado al despacho del presidente para el lunes siguiente, donde recibí con alegría la información de que sería su próximo embajador en España.

 

    Mis vivencias han sido estupendas, en gran parte debido a que mi antecesor Aníbal De Castro colocó las relaciones bilaterales en el más alto nivel, por lo que asumí como tarea central de mi gestión afianzar ese legado.

 

     En estos años, he tenido la fortuna de que Su Majestad, la reina Letizia, así como el canciller español Alfonso Dastis, visitaran la República Dominicana en 2018; y que, en enero de 2019, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez hiciera una visita oficial a nuestro país. Asimismo, el canciller dominicano Miguel Vargas fue recibido en Madrid en almuerzo de trabajo, por el entonces canciller español Josep Borrell, en 2018; y, finalmente, que a finales de 2019, el presidente Danilo Medina fuera recibido, en audiencia privada, por Felipe VI en el Palacio Real de Madrid.

 

   En el campo económico, el intercambio comercial entre nuestros países ha continuado incrementándose en el periodo 2017-2019. Se ha afianzado la seguridad jurídica de la inversión española en República Dominicana, sobre todo en el turismo, mediante los acuerdos sobre precios de transferencias; y nuestro país fue seleccionado como primer destino de los Foros América del diario ABC, en mayo de 2019.

 

     Durante estos años, la promoción de la Republica Dominicana como destino de inversión ha sido constante en temas como las zonas francas de exportación, las energías renovables y, por supuesto, en el turismo, siendo el país socio de Fitur 2019.  Igualmente, decenas de actividades han sido realizadas para promover la exportación de productos dominicanos de reconocida calidad internacional, como el tabaco, el ron y el cacao.


    En el campo cultural, participamos en la Feria del Libro de Madrid 2018, y en el 2019 fuimos el país invitado, ocasión en que la Reina Letizia visitó nuestro pabellón.  En estos años de embajador, la promoción del cine dominicano y las presentaciones de libros, conferencias y exposiciones han sido constantes, sirviendo para mostrar al pueblo español nuestra riqueza cultural, influída, en gran parte, por nuestras raíces hispanas, incluyendo las huellas sembradas por el exilio español que recibimos con brazos abiertos tras la cruenta guerra civil.

 

     Un especial orgullo siento por haber promovido que la República Dominicana sea el primer país de América con el que España comparta el valioso patrimonio documental que reposa en sus archivos históricos, lo que ha permitido la digitalización, en curso, de más de tres siglos de historia inédita de nuestro pasado colonial, proyecto hecho posible por el apoyo del Banco Popular Dominicano.

 

     Siento la satisfacción de llevar en mi corazón a nuestra extraordinaria comunidad dominicana en España. Nuestra diáspora es reconocida como ejemplo de calidad humana, caracterizada por la solidaridad, el amor profundo a su país de origen y acogida, y la vocación por el trabajo honrado en las distintas actividades del quehacer humano.

 

     La tristeza también ha estado presente. Siempre llevaré en mi corazón, como padre y abuelo, el sentimiento de dolor causado por el asesinato del niño Gabriel Cruz a manos de una dominicana.  En aquel difícil momento, mi esposa Virginia y yo nos trasladamos a Almería, para fundirnos en un abrazo sincero, junto a los padres de Gabriel, en un mar de lágrimas, expresando así los auténticos sentimientos de pesar, repudio e indignación de nuestro pueblo.

 

     Esa tristeza también la hemos vivido en estos intensos meses de la terrible pandemia que nos azota, que ha cobrado tantas víctimas en nuestros países, arrancándonos el guía espiritual de nuestra comunidad en España, el sacerdote Daniel Guerra Sancho, así como a otros 27 dominicanos radicados aquí.

 

         Tengo la seguridad de que España, esta nación por la que siento un profundo cariño y admiración, saldrá airosa de esta crisis. Tengo también la seguridad de que España, inspirada en la conducta integra y ejemplar de Su Majestad Felipe VI, símbolo de la unidad del Estado, renovará su fortaleza como una nación fuerte, unida y sin fisuras. ¡Viva España! ¡Viva la República Dominicana! ¡Viva por siempre la hermandad de nuestras naciones!



miércoles, 8 de julio de 2020

FELIPE VI, EN SANTO DOMINGO

El rey Felipe VI, ha visitado Santo Domingo, la ciudad primada de América, en varias ocasiones: primero, en visita de paso; luego, como parte de su entrenamiento militar; y, de manera oficial, representando al Reino de España en el traspaso de mando presidencial en la República Dominicana.

     El primer viaje a América de don Felipe, en aquel entonces príncipe de Asturias, tuvo como objetivo participar, junto al presidente del Gobierno de España, Felipe González, en el 450º aniversario de la fundación de Cartagena de Indias, en el año 1983.  Antes de llegar a su destino, Su Alteza Real hizo una parada, en Santo Domingo, donde fue recibido por el presidente Salvador Jorge Blanco, en el Palacio Nacional.


     En esta corta estancia, de apenas unas horas, don Felipe, tuvo la oportunidad de conocer el Museo del Hombre Dominicano, acompañado de los hijos del presidente Jorge Blanco, Orlando y Dilia Leticia.  En el museo, el historiador nacional Frank Moya Pons, impartió a su Alteza Real las explicaciones correspondientes.


     La segunda ocasión en que el hoy rey de España visitó Santo Domingo, fue por vía marítima, atracando en el buque-escuela Juan Sebastián Elcano en el antiguo puerto colonial de la ciudad primada de América, que sirvió de entrada durante varios siglos, a emigrantes españoles.


    La visita de Su Alteza Real, fue parte de su formación militar, en una travesía de 31 días que se inició en Cádiz, y que tuvo como último puerto, antes de su regreso a España, el puerto de Baltimore, en los Estados Unidos de América.

     El recorrido por el país, que se extendió desde el día 6 hasta el 11 de mayo de 1987, tuvo unas características particulares, porque a pesar de no tratarse de una visita oficial, el entonces presidente Joaquín Balaguer, quiso agasajar a don Felipe con todo tipo de atenciones.

     La actividad oficial de mayor relevancia en honor al joven príncipe lo fue, la condecoración con la “Gran Cruz Placa de Oro de la Orden Heráldica de Cristóbal Colón”, que le fuera impuesta en un acto solemne en el salón de embajadores del Palacio Nacional, por el presidente Balaguer.



     El preceptor de don Felipe VI, José Antonio Alcina, en una parte de su obra FELIPE VI LA FORMACION DE UN REY, bajo el título: La española isla de Santo Domingo, dedica varias páginas al relato de la visita, dando cuenta de que, adicionalmente a las actividades con el presidente dominicano  y con altos funcionarios de su gabinete, fue realizada una ofrenda floral ante el altar de la patria, y visitas al Alcázar de Colón y a otros monumentos coloniales de nuestra ciudad primada, a la Escuela Naval de la Marina de Guerra dominicana, así como un encuentro en el Club de Oficiales de la M. de G., “en el que los alumnos invitados disfrutaron de la cadenciosa música de salsas y merengues”.


     Asimismo, el preceptor real relata que en un encuentro de don Felipe con la comunidad española en la Casa de España, “aceptó el ofrecimiento de un conocido industrial que ponía a su disposición una avioneta para visitar, el día siguiente, las turísticas playas del norte de la isla, en un corto viaje con algunos de sus compañeros”.


     Aunque en la obra señalada, su autor expresa que “Santo Domingo fue uno de los puertos de más complicada preparación en cuanto a la definición del programa a desarrollar por el Príncipe”, en especial, porque la cantidad de actividades oficiales que se incluyeron “restaron algún tiempo para el descanso al joven visitante”, afirma que el presidente Balaguer recibió a don Felipe “con extremada simpatía y afecto, como si recibiese a su propio hijo”, y que al momento de “colocar sobre el pecho del joven Príncipe la banda de la orden y prender en su uniforme la placa de oro, pronunció un patriótico y emocionado discurso en el que demostraba su categoría de estadista y su amor a la Madre Patria, concepto que defendía y mantenía a pesar de otras modas extendidas por otros países en aquellos momentos”.


    José Antonio Alcina valora el viaje a Santo Domingo del hoy monarca español con las siguientes palabras: “Pero hay que destacar que fue el país que mas volumen de noticias prodigó en relación con la llegada del Príncipe heredero y que con más afecto y cariño le trató”.

    Posteriormente, don Felipe, en su condición de príncipe de Asturias, tuvo la oportunidad de visitar Santo Domingo, en reiteradas ocasiones, encabezando misiones oficiales de representación del Reino de España en actos de traspaso de mando presidencial en la República Dominicana.

     La primera ocasión, lo fue el 16 de agosto de 1996, con motivo del acto de toma de posesión del presidente Leonel Fernández Reyna. Posteriormente, estuvo presente en la toma de posesión del presidente Hipólito Mejía Domínguez, el 16 de agosto de 2000, así como en la tercera investidura del presidente Leonel Fernández, el 16 de agosto de 2008.


     La última vez que don Felipe VI, como Príncipe de Asturias, estuvo en Santo Domingo, lo fue en ocasión del acto de juramentación del primer período del presidente Danilo Medina Sánchez, el 16 de agosto del 2012. En esta visita, por coincidencias del destino, luego del acto de investidura del presidente dominicano, el embajador español don Jaime  Lacadena Higuera, organizó a Su Alteza Real un encuentro-almuerzo con jóvenes destacados de nuestro país, entre los que figuraban el que posteriormente seria designado presidente de la Suprema Corte de Justicia, Luis Henry Molina, y el hoy presidente electo de la República Dominicana, Luis Rodolfo Abinader.






     Ya como rey de España, don Felipe VI recibió en audiencia privada al presidente Danilo Medina, en el Palacio Real de Madrid, el día 2 de diciembre de 2019, encuentro que tuve el privilegio de presenciar, en mi calidad de embajador dominicano ante el Reino de España, junto al ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo.


     Dios mediante, los dominicanos tendremos la oportunidad de recibir la visita de Su Majestad Felipe VI, en el año 2022, para encabezar la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, de la que la República Dominicana será país anfitrión.